Las pausas activas son ideales para fomentar un estilo de vida saludable en los niños. En cualquier hora y lugar, hacer actividad física trae beneficios físicos, mentales y sociales en los niños.
¿Qué son las pausas activas?
La actividad física es uno de los hábitos saludables que se debe promover en los niños. Gracias a ésta se obtienen múltiples beneficios en el aspecto mental, físico y social ayudando a los niños en su crecimiento y desarrollo.
Además de los 60 minutos recomendados de actividad física que declara la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario fomentar otro tipo de ejercicio en los niños. Caminar a los lugares, bailar para empezar el día y tomarse pausas activas entre los cambios de clase, son ejemplos necesarios para fomentar el hábito de moverse más .
Las pausas activas son “descansos” que pueden servir para recargar energía y mover el cuerpo, ayudando a liberar tensiones luego de estar sentado o en la misma postura durante largas jornadas.
Para los niños, son ideales ya que les permite desconectar y tomarse un tiempo para seguir adelante con sus otras clases. Es por eso que es imprescindible que los docentes las promuevan en sus alumnos y fomenten esta actividad como parte de un estilo de vida saludable.
Beneficios de la actividad física
Aprovechar las pausas activas trae múltiples mejoras en los niños. En el aspecto físico, ayudan a evitar el sedentarismo, manteniendo la circulación y las articulaciones activas y fortaleciendo los músculos y huesos. Además, sirven como catalizadores de energía ya que son ideales para que puedan liberarla.
Asimismo, trae grandes beneficios en el aspecto mental; darse este espacio les permite desconectar y prepararse para continuar con el resto del día, ayuda a la productividad y en los instantes en los que se sientan abrumados o con un bloqueo creativo.
De igual forma, contribuyen en el aspecto social. Las pausas activas son perfectos puntos de encuentro donde los estudiantes y el profesorado pueden compartir juntos haciendo estos ejercicios y trabajar en equipo.
Pausas activas para niños
Como docentes, es necesario tomarse unos 5-10 minutos antes de finalizar la clase para fomentar las pausas activas en los alumnos. Lo ideal es promover un espacio de encuentro y de tranquilidad, donde los niños comprendan que estos momentos son beneficios y necesarios para su cuerpo y mente.
Prepara el momento
Pídeles a tus alumnos que se levanten de sus sillas y se sacudan, esto ayudará a que se preparen tanto física como mentalmente para empezar con la actividad. Luego, pídeles que regresen a la calma con tres ejercicios profundos de respiración.
Ejercicios de estiramiento
Empieza poco a poco. Comenzando con la cabeza, pídeles que la muevan en círculos, durante 10 segundos cada lado. Luego, con ayuda de las manos, diles que con suavidad lleven su cabeza al hombro izquierdo y luego al lado derecho, ayudando a estirar el cuello.
Posteriormente se realizará un estiramiento de brazos y manos, llevándolos arriba de la cabeza, para luego continuar flexionando los codos detrás de la espalda por lado y lado. Luego, deben poner los brazos estirados y ayudarse de la otra mano contraria para estirar las muñecas.
Finalmente, intentando no flexionar las rodillas, pídeles que intenten tocar la punta de los pies, ayudando a sus piernas y espalda.
Siente sus beneficios
Habla con ellos y pregúntales cómo se sienten, si notan algún cambio y si notaron como su cuerpo liberaba tensión. Procura incentivarlos a que hagan pausas activas las veces que se sientan abrumados y a realizarlas varias veces en el día a día.
Igualmente, recomienda la ingesta de agua y la importancia de mantenerse hidratados, gracias a esto continuarán con más energía y ánimos para seguir adelante su día.
También puedes trabajar con ellos y que propongan tipos de ejercicios, así se sentirán más involucrados y tendrán más ganas de hacer pausas activas dinámicas.
Gracias a las pausas activas, los profesores promueven un estilo de vida saludable en el día a día de los niños.