Mantener una dieta balanceada ayuda a nuestro cuerpo a tener una sana nutrición. Incluir alimentos ricos en vitaminas y/o minerales ayuda a este objetivo, pero ¿es suficiente? Conoce los alimentos fortificados y sus beneficios.
El interés por los alimentos fortificados
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dieta saludable es la que ayuda a mantener una nutrición adecuada, con el fin de evitar enfermedades. Mantener hábitos alimenticios sanos, como incluir rutinas de ejercicio, ayuda a que nuestro cuerpo se mantenga bien. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que todos ponemos en esta tarea, algunas veces no es suficiente. En un estudio publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en conjunto con la OMS, se estimó que alrededor de 2000 millones de personas en el mundo tienen un estado de nutrición inadecuado. Carencias de vitamina A, hierro, yodo, zinc y en general micronutrientes, fueron algunos de los hallazgos de dicha publicación. Los motivos de este estado de nutrición en tantas personas son múltiples y más allá de ellos, genera una preocupación y la necesidad de mejorar la nutrición con alimentos ricos en vitaminas y micronutrientes. Es aquí donde los alimentos fortificados toman mucha relevancia.
Fortificados: alimentos ricos en vitaminas y micronutrientes
La mejor forma para mantener una dieta equilibrada es incluir una gran variedad de alimentos que aporten las suficientes vitaminas y minerales a nuestro cuerpo. No obstante, al no poder tener una dieta con alimentos con más vitaminas y minerales, los alimentos fortificados juegan un papel fundamental.
- Alimentos fortificados: son alimentos a los que se le adiciona micronutrientes esenciales, como vitaminas y minerales, con el objetivo de mejorar la calidad nutricional del mismo y proporcionar un beneficio de salud pública con un riesgo mínimo para la salud (FAO – OMS: Guías para la Fortificación de alimentos con micronutrientes).
A pesar de sonar muy abstracto, es sencillo y la manera más fácil de entender es con un ejemplo. A la leche se le añade vitamina D, a la sal yodo y lo mismo sucede con muchos otros alimentos como la mantequilla o la harina. Es posible que cuando vas a comprar tus víveres leas en la etiqueta de múltiples productos textos que dicen “alimentos fortificados” o “enriquecidos”, es lo mismo. El enriquecimiento es sinónimo de fortificación y se refiere al mismo proceso de adición de micronutrientes (FAO – OMS: Guías para la Fortificación de alimentos con micronutrientes). En resumidas cuentas, son alimentos ricos en vitaminas y/o minerales que ayudan a reducir o controlar una carencia de nutrientes. También te puede interesar: alimentos protectores que deberías incluir en tu alimentación
¿Para qué sirven?
El objetivo de comer bien, es mantenernos bien, ¿cierto? Pues los alimentos fortificados buscan que ese objetivo se cumpla. Estos alimentos tienen como fin reducir o controlar una carencia de nutrientes. Eso sí, según la FAO y la OMS, siempre se deben consumir las cantidades adecuadas, según la necesidad de cada persona. El proceso de fortificación se ha realizado durante muchos años alrededor del mundo, adicionando vitamina C, vitamina D, como vitaminas del complejo B, como tiamina, riboflavina y niacina (FAO – OMS: Guías para la Fortificación de alimentos con micronutrientes), estas últimas: vitaminas para el cerebro muy necesarias.
Beneficios de la fortificación de alimentos
Son múltiples los beneficios de la fortificación de alimentos. Además de ser alimentos ricos en vitaminas y minerales, tienen aportes sustanciales para el cuerpo como lo enuncia la FAO y la OMS:
- Reducen el riesgo de carencias de micronutrientes
- Si se tiene un cambio de dieta, al consumir este tipo de alimentos se protege el estado nutricional.
- La presencia de micronutrientes en los alimentos fortificados, como antioxidantes, ayuda a prevenir enfermedades.
Al consumirlos, ¿se debe cambiar la dieta?
Todos buscamos tener una dieta balanceada que aporte los suficientes nutrientes para proteger a nuestro cuerpo. Pues la fortificación busca precisamente eso, controlar la carencia de micronutrientes con la cantidad adecuada que nuestro organismo necesita. Al incluir alimentos fortificados no se necesita realizar cambios en los patrones de alimentación habitual, (FAO – OMS: Guías para la Fortificación de alimentos con micronutrientes), lo que es un gran beneficio para ti. Puedes mantener tu misma dieta, y agregar los alimentos fortificados necesarios. A pesar de los múltiples beneficios de estos alimentos ricos en vitaminas, es muy importante que no elimines o sustituyas alimentos naturales (frutas, vegetales, proteínas, carbohidratos, grasas esenciales, entre otros) que aporten a tu cuerpo y te proporcionen la energía y nutrientes esenciales. En Nestlé Contigo queremos ayudarte a que tengas una alimentación saludable, como ¡deliciosa!
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