Llevar una vida saludable toma tiempo, disciplina y deseo. Querer sentirnos bien nos ayuda a tener hábitos saludables en alimentación, como en el ejercicio, pero ¿cómo lograr un balance cuando queremos comernos un pecadillo? ¡Te lo enseñamos!
¿Qué es tener una vida saludable?
Esta pregunta es más compleja de lo que podemos imaginar por una sencilla razón: cada persona puede tener un concepto distinto respecto a lo que es una vida saludable; sin embargo, hay principios en común dentro de todas las teorías y el más relevante es la felicidad.
Todos queremos ser felices, por esta razón realizamos actividades o consumimos alimentos que nos hacen sacar una sonrisa y esto tiene un respaldo científico. Por ejemplo, consumimos chocolate porque libera serotonina, una sustancia química que impacta nuestro estado anímico.
Por otro lado, cuando realizamos ejercicio se liberan endorfinas que nos regalan una sensación única de felicidad. Al entender esto, podemos ver que tener una vida saludable es posible de lograr de múltiples maneras y en Nestlé Contigo consideramos que la mejor manera es mediante el balance.
El ejercicio debe estar presente en nuestra vida, pero eso no significa que sea lo único o más relevante. Tener hábitos saludables en la alimentación es clave, pero es posible tener indulgencias, siempre y cuando las controlemos.
Para que sea más fácil para ti te presentamos 5 consejos prácticos para que logres una vida saludable, sin tener que ir a los extremos.
1. Prioriza los hábitos saludables
Los hábitos se convierten en rutina y cuando son saludables, mucho mejor, ¿por qué? La OMS define la salud como “un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Al tener hábitos saludables, estamos cuidando nuestra salud en todos los niveles: físico, mental y emocional.
Sabemos que conseguir un estado pleno en donde la salud sea la prioridad en todo su sentido, no es tarea fácil. Es difícil tener el tiempo para hacer ejercicio, como también para cocinar alimentos que nos nutran. A pesar de ello, existen maneras prácticas para comenzar ese camino:
- Crea una lista con los hábitos que deseas cambiar
- Anota los hábitos que quieres incluir en tu rutina
- Reserva tiempo en tu agenda para practicar ejercicio
- Ten consciencia de los alimentos que consumes, como de sus beneficios y consecuencias.
2. Incluye el ejercicio en tu vida
El ejercicio, sin duda, hace parte de los hábitos de la vida saludable. Incluir la actividad física dentro de nuestra rutina, no solo impacta nuestro cuerpo, sino también nuestro estado anímico y mental.
El deporte inyecta oxígeno y da vida a nuestro organismo. Según la OMS, el practicar ejercicio contribuye a prevenir enfermedades, ayuda a reducir síntomas de depresión y ansiedad y ayuda a las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
¡Son muchos los beneficios del ejercicio! No se trata de vivir para practicar deporte (aunque si lo deseas perfecto). Se trata de incluirlo en tu rutina, con unos tiempos mínimos:
- Camina por lo menos dos horas y treinta minutos a la semana.
- Realiza actividades más intensas de ejercicio en donde tu ritmo cardíaco se eleve, durante una hora y quince minutos semanales.
- Fortalece tus músculos. Ya sea con pesas o elementos que tengas al alcance de tus manos, entre dos o tres veces por semana.
- ¡Bájale al sedentarismo!
Comienza practicando actividades que te gusten y de a poco, súbele al ritmo de acuerdo a tus deseos.
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3. Lleva una dieta balanceada y saludable
Comienza por pensar que puedes comer bien y rico al mismo tiempo. Cambiar la idea de que lo saludable no es deli. Este es un camino para mejorar tu dieta y por ende, lograr una vida saludable.
Existen muchas recetas deliciosas y saludables para ti. De hecho, en Nestlé Contigo tenemos un menú planner que te hará la vida más fácil. Primero, te recomendará sobre cuántas calorías debes consumir por día y, segundo, te ayudará a planear tu menú.
Asimismo, para que lo tengas en cuenta, aquí te dejamos unas recomendaciones base para que incluyas en tu día a día:
- Consume proteína (animal o vegetal), frutas y verduras, legumbres, grasas saludables y líquido.
- Incluye 3 porciones de fruta al día en tu menú, te aportarán vitaminas, nutrientes y minerales claves para tu organismo.
- En todas tus comidas (desayuno, almuerzo, cena) incluye vegetales y verduras.
- Consume dos porciones de hortalizas o verduras al vapor o ensaladas frescas.
- Bájale al consumo del azúcar añadido y a la sal.
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4. Dale importancia al descanso
La vida de hoy es muy exigente, por lo que lo más común es que estemos activos durante largos períodos de tiempo ocupándonos de todas nuestras responsabilidades. A pesar de ello, es muy importante incluir el descanso en tu rutina.
Primero, crea hábitos de sueño. Busca dormirte a la misma hora, respetando ciclos de sueño entre 7 y 8 horas. En tu rutina, ten pausas activas, respira y estira tu cuerpo. En los días que puedas, descansa y disfruta de tus hobbies favoritos: ver series, leer, cocinar, todas estas acciones te ayudarán a tener una vida saludable.
5. Aprende a disfrutar de tus indulgencias
Como lo dijimos al principio, en el balance está la clave de una vida saludable. Tu rutina no debe encasillarse en “comer lo que debes”; practicar actividad física todos los días, dormir y luego repetir tu rutina. Es necesario entender que no somos máquinas, por esta razón podemos cambiar nuestros hábitos.
- Si te gustan los postres, disfrútalos ocasionalmente: una vez a la semana o cada 15 días. Lo importante es que los goces sin culpa, midiendo tus porciones.
- Si disfrutas las hamburguesas o las pizzas, hazlas parte de tu vida como un “cheat meal”, o comida trampa. Algo que disfrutas de vez en cuando.
- Si sientes mucho cansancio y no quieres practicar ejercicio, descansa, a la mañana siguiente podrás volver a tu rutina.
¡La clave de la vida saludable está en el balance!