La principal alternativa para los celíacos es una dieta libre de gluten. ¿Qué alimentos se deben incluir o excluir? Aquí te contamos.
La enfermedad celíaca, que consiste en intolerancia crónica al gluten, es un trastorno mucho más común de lo que se cree. De hecho, se calcula que afecta de una a tres de cada 100 personas en el mundo (WGO, 2016). Los estudios indican que este padecimiento se desarrolla por predisposiciones genéticas y que, de no controlarse a tiempo, puede llegar a producir lesiones serias en el intestino delgado.
Actualmente, el principal tratamiento para esta afección es una estricta dieta libre de gluten. Pero, ¿qué es exactamente el gluten?, ¿en qué alimentos lo encontramos?
El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, el centeno y la cebada, y que además es usada ampliamente como ingrediente en la elaboración de diversos alimentos.
Sin embargo, la enfermedad celíaca no es la única afección directamente relacionada con el gluten, pues se presentan trastornos como la alergia al trigo o la sensibilidad al gluten, pero con consecuencias y sintomatología menos marcados.
Síntomas de la enfermedad celíaca
De acuerdo con la doctora Dirdi Nariño, médica cirujana magíster en Metabolismo Clínico y Nutrición, en adultos, la enfermedad celíaca clásica puede expresarse con los siguientes síntomas:
- Diarrea crónica
- Pérdida de peso
- Anemia
- Distensión y dolor abdominal
- Retención de líquidos
En muchos casos, puede variar la sintomatología y dificultar el diagnóstico, dependiendo de factores como la edad de inicio de consumo de gluten, la cantidad de esa proteína incluida en la dieta o el daño que genera en el intestino delgado del paciente (NIH, 2016).
Para eso, hay exámenes muy específicos que confirman la enfermedad. En ese caso, la alternativa más efectiva que han encontrado los expertos para tratar a los celíacos es iniciar, de por vida, una dieta de alimentos que no contengan gluten. De hecho, los estudios indican que luego de dos semanas de haber iniciado ese tratamiento, el 70% de los pacientes muestran mejoría en los síntomas.
Alimentos con gluten que deben evitar los celíacos
La doctora Nariño recalca que en una dieta para celíacos no están permitidos algunos cereales, almidones, harinas con gluten y todos los productos hechos con harina de trigo como pastas, galletas, tortas, bizcochos, hojaldres (integrales o no). Aquí reunimos una breve lista de algunos alimentos con gluten que deberán evitar a toda costa los celíacos:
- Cebada
- Salvado
- Bulgur (trigo partido)
- Cuscús
- Harina
- Durum
- Malta, extracto de malta, sabor a malta o jarabe de malta
- Avena, salvado de avena o jarabe de avena
- Centeno
- Semolina
- Harina de escanda
- Germen de trigo, almidón de trigo o salvado de trigo
- Cualquier artículo o producto comestible en cuyo nombre se incluya el trigo
Además de esto, hay otra recomendación que se debe tener en cuenta: la mayoría de los alimentos producidos industrialmente contienen ingredientes no permitidos para una dieta libre de gluten, por lo que es importante que los pacientes revisen muy bien el etiquetado.
Alimentos alternativos libres de gluten
Un profesional deberá recomendar alternativas que corrijan las deficiencias que puede llegar a tener una dieta libre de gluten, como la falta de fibra, hierro, ácido fólico, calcio, entre otras vitaminas. Aquí reunimos algunas posibilidades que se suelen incluir en estos tipos de dieta:
- Harina de sagú
- Harinas de legumbres
- Trigo sarraceno o alforfón
- Maíz
- Semillas de nueces, almendras y otros frutos secos
- Mijo
- Harinas de frutos secos
- Harina de papa o almidón de papa
- Quinoa
- Arroz en todas sus formas (integral, blanco, dulce, silvestre, jazmín, basmati, glutinoso, pulido, salvado de arroz)
- Harina de sorgo
- Harina de soya
- Tapioca
- Amaranto
Alimentos para una dieta básica libre de gluten
Para la doctora Nariño, estos son algunos alimentos que suelen ser incluidos en una dieta libre de gluten:
- Leche, crema, suero de leche o yogur natural
- Todas las carnes frescas
- Huevos
- Legumbres como lentejas, garbanzos, guisantes, nueces (frutos secos) o semillas
- Frutas y verduras, que pueden ser frescas o congeladas
- Aceites vegetales líquidos
