Sabor para siete días
La improvisación no va de la mano con una dieta balanceada. Si esperas hasta último minuto para pensar qué cocinar, terminarás comiendo cualquier cosa, aunque no sea nutritiva. ¡Organizarte es clave! Te mostramos cómo planear el menú de tu semana. ¡Manos a la obra!
Elaborar con anticipación el repertorio de tus comidas traerá múltiples beneficios: ahorrarás dinero cocinando en casa, optimizarás el tiempo que inviertes y podrás controlar cada ingrediente que consumes. ¡No te alarmes! Cuando empieces a hacerlo te darás cuenta de que es más fácil de lo que parece.
En el plato, lo que te acomoda
Identifica qué alimentos y especias disfrutas comer y busca el equilibrio: ¿Qué macronutrientes —proteínas, carbohidratos y grasas— te hacen sentir bien? Ahí está la primera respuesta: la materia prima de la comida semanal.
Weekends en el fogón
Cuando ya has escogido los insumos de tus recetas, el segundo paso es encontrar un momento para prepararlos con antelación. ¿Algún consejo? Los sábados y domingos son buenos días para cocinar pues generalmente no hay muchos afanes u obligaciones acosándote. ¿Otra idea? Escoge opciones que aparte de ser deliciosas, sean rápidas y fáciles de preparar.
Además, todo mejora si encuentras la manera de hacer pequeñas modificaciones que cambien la sazón de los platos, aunque tengan ingredientes similares. Así no sentirás que comes lo mismo a diario. Por ejemplo, los bowls son una buena idea: basta con que escojas una única base y que cada día cambies algo. Si cocinas quinua, pollo y vegetales, puedes crear platos muy variados en tiempo récord: tazón de pollo al curry, ensalada de quinua griega o pollo asado con vegetales. ¡No te olvides de refrigerar muy bien cada alimento por separado!
¡Diviértete!
Pasar un buen tiempo te ayudará a mantener la costumbre de organizarte. Busca inspiración en recetarios o redes sociales, pero no te agobies si no sigues las instrucciones al pie de la letra. Lo importante es que halles formas en las que puedas mejorar la experiencia de cocinar: hazlo en pareja, con amigos o con familia, escucha audiolibros, pon música y baila mientras preparas todo… Si disfrutas cocinar y varías los sabores, es difícil que abandones la misión. ¡Gózate el proceso creativo!
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*Artículo asesorado por Stephie Watteijne, especialista en alimentación saludable
