OCUPADO, PERO SIEMPRE SALUDABLE

Cuidar de ti mismo es cuidar de tu trabajo, ya que una alimentación adecuada eleva los niveles de productividad. Aquí te brindamos las claves para lograrlo.

Despertarte y sentirte igual de cansado. Saber que tienes una cita con un cúmulo de tareas y que seguramente hoy será otro de esos días en los que vas almorzar en tu escritorio y a duras penas te levantarás para ir al baño. Todos hemos tenido una jornada ajetreada y la mayoría sacrificamos nuestra alimentación o probamos lo primero que se nos pasa por al frente: paquetes, golosinas o comidas rápidas.

Pero, ¡cuidado! El organismo necesita energía para seguir moviéndose a ese ritmo frenético. Piensa en tu cuerpo como si fuera el motor de un vehículo y la comida el combustible. Si el tanque está vacío el auto se detiene y si la gasolina que se inyecta es de mala calidad o impura, causará costosos daños en el sistema y deberás acudir a tu mecánico de confianza. Entonces, al omitir una comida o alimentarte de manera desbalanceada, tendrás dificultades para concentrarte y obtener resultados.

El rendimiento cognitivo es proporcional a tu alimentación, eso está comprobado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una nutrición adecuada puede elevar los niveles de productividad hasta en un 20%.

Con la asesoría de las nutricionistas Diana Rojas, Magíster en Nutrición y Salud de la Universidad de Valencia, y Daniela Ovallos, Especialista en Nutrición Deportiva y Fitness de la Universidad de Pamplona, te damos consejos para que lleves una alimentación saludable, a pesar de tener un estilo de vida agitado.

No omitas el desayuno

Así vayas tarde a una reunión ¡desayuna! La primera comida tiene la función de reponer la energía que perdiste en la noche, si la saltas estarás comiendo a deshoras y tu cuerpo luchará para lograr un equilibrio de nutrientes. Te recomendamos un plato de cereal integral o granola con leche, fruta, huevo o queso y un café sin azúcar.

Siempre lleva un snack

Evita pasar periodos prolongados de ayuno o te atiborrarás al almuerzo o cena. Un refrigerio balanceado y variado activará tu metabolismo y te quitará la tentación de acudir a la máquina dispensadora. Consume frutas, frutos secos, nueces, semillas, queso, galletas integrales o bastones de vegetales y un té o un yogur sin azúcar.

Hidrátate

Puedes beber pequeños sorbos de agua mientras trabajas y si no te gusta o te aburres, añádele limón, hierbabuena o naranja.

No a la comida en el escritorio

Ni trabajas ni te alimentas. A pesar de que es asombrosa la capacidad de hacer múltiples tareas al tiempo, es la peor mezcla para tu salud, ya que esto repercute en la capacidad de absorción de los alimentos y no se reduce el nivel de ansiedad. Tómate por lo menos 20 minutos para concentrarte en tu comida, mejor aún si es al aire libre o en un espacio diferente a tu trabajo. De esta forma, volverás renovado.

¡Disfruta tus comidas!

Como vas a alimentar tu mente para que produzca más, baja la velocidad y mastica bien. Comer lentamente puede llevar a una disminución de la ingesta, una mejor absorción de los nutrientes, una regulación del apetito y una sensación de plenitud.

 

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Redacción: clarabaldacci

Fecha de publicación: Vie, 03/07/2020 - 20:03

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